jueves, 31 de julio de 2008

La Maestra Rural - Final

Anabel llegó a la terminal media hora antes que la hora que Gisela le había indicado que llegaría. Se paseaba nerviosa, sintiendo que el corazón le latía alocado...moría de ganas de ver a su ¿novia?. ¿Qué venían a ser?....ah, por cierto que no sabía que nombre darle a la relación que la unía con Gisela....pero sí sabía que pocas veces había llegado a conocer tanto a una mujer con la que hubiera tenido sexo, y que moría por estar con ella, por hacerle de novia...por compartir con ella las cosas sencillas y las sábanas.
Cuando por los parlantes anunciaron que llegaba el autobús poco menos corrió hasta el número de andén que indicaban. Gisela traía tres bolsos enormes y le dijo que faltaban dos cajas, así que Anabel consiguió un muchachito que les ayudara a llevar todo hasta el auto, le dio propina, subieron al coche y salieron de la terminal. A unas pocas calles se detuvo y la miró....se miraron, perdiéndose una en la mirada de la otra....sintiendo solo el latir de los corazones de ambas.

- Finalmente estas aquí...que bueno es eso, muy bueno.

- Moría por llegar.....estos tres meses fueron los mas largos de mi vida.

- También de la mía... ¿dónde quieres que te lleve?...¿a descargar las cosas en casa de tu tía?

- No, no... mi tía piensa que llegaré a las ocho de la noche.

Anabel sonrió pícaramente...el reloj del auto indicaba que era las tres de la tarde...eso les daba varias horas para estar a solas. Sin decir palabra puso el auto en funcionamiento y fue directo a su casa...moría por estar con su rubia alemanita.

La casa de Anabel sorprendió a Gisela, que la imaginaba viviendo en un apartamento...y en lugar de eso Anabel vivía en una casita muy pequeña sí, pero con un jardín amplio, una cochera muy prolija. Finalmente conoció a Frida, la perra de Anabel, que la miró un poco desconfiada cuando entraron a la casa. Anabel cerró la puerta de calle, y Gisela la atrapó en un fuerte abrazo tanto tiempo deseado en esos tres meses de comunicación por escrito.

- ¿Quieres tomar algo? Preguntó Anabel, sintiéndose de pronto nerviosa como una primeriza... caramba, ni que fuera la primer vez que estuviera a solas con Gisela.... aunque técnicamente aquel primer encuentro entre ellas no podía tomarse como referencia, ni siquiera habían podido disfrutar de la visión del cuerpo de la otra con calma.

- Te quiero a ti respondió Gisela, besando apasionadamente el cuello de Anabel, despertando instantáneamente el deseo de la morocha. Los dedos largos de Gisela se perdían en los cortos cabellos oscuros mientras su boca mantenía atrapada a la de Anabel, en un ejercicio de sensualidad que pocas veces había ejercido....besar a Anabel la excitaba sobremanera y eso la convertía en una habilidosa en el tema.

Anabel atrapó las nalgas de Gisela con sus manos y las acaricio mientras se besaban, pegando su cuerpo al de la rubia y restregándolo, logrando que sus pezones se pararan como dos pequeños montes solo con ese roce a través de las ropas.

- Vamos murmuró Anabel cuando Gisela dejó al fin libres su labios. La tomó de la mano y fueron al dormitorio. Se miraron a los ojos y en un acuerdo sin palabras comenzaron a desnudarse lentamente, la una para la otra, en un strip tease cargado de deseo contenido y ganas de exhibirse ante la otra. Las prendas fueron a dar no sé sabe adonde, y quedaron totalmente desnudas la una frente la otra, pudiendo recorrerse con la mirada por primera vez. Estiraron los brazos para tocarse tan solo con la punta de los dedos, sin hablar...se sentía como una carga eléctrica en el aire.

Anabel apartó las sábanas de un tirón, y miró a Gisela invitadora. La rubia se tendió boca arriba en la cama, y Anabel disfrutó de la visión de ese cuerpo que se le ofrecía... los senos grandes, con los pezones rosa... el sexo que ahora Gisela traía depilado, cosa que sorprendió y excitó a Anabel... caramba, su rubia se había preparado para el encuentro... las piernas hermosamente torneadas....no pudo seguir mirando, se colocó sobre Gisela y apretó su muslo contra el sexo de su compañera. Gisela reaccionó de inmediato subiendo su pierna de tal modo que el muslo presionara el sexo de Anabel y comenzaron un baile simulado, de tal modo que el muslo de una frotaba con medida fuerza el sexo de la otra, provocando que prontamente ambas estuvieran totalmente mojadas y los fluidos vaginales empaparan ambos muslos.

Anabel metió una mano entre su muslo y el sexo de Gisela e introdujo sus dedos en la vagina de su compañera, que elevó la cabeza para ver que hacía antes de suspirar de placer. Anabel comenzó a masturbar a Gisela, que prontamente reacciono e imitó la operación, introdujo su mano entre su muslo y el sexo de Anabel e introdujo dos dedos en el sexo de su compañera. Comenzaron a masturbarse mutuamente, excitándose de tal modo que se movían como enloquecidas, provocando con ello que los muslos presionaran sobre la mano y eso provocaba que los dedos entraran profundamente, salieran un poco y volvieran a entrar. El orgasmo les llegó al mismo tiempo, conmocionándolo todo...dejaron escapar unos grititos de placer antes de parar con sus movimientos. Agotadas, quitaron las manos de sus cómodas ubicaciones para poder abrazarse y darse un largo beso. Anabel se acostó boca arriba y notó que Gisela se movía buscando una posición..sonrió al comprender las intenciones de su rubia amante...Gisela se colocó en la misma posición pero en dirección contraria, tomando lugar luego sobre el cuerpo de Anabel y acercando su sexo invitador a la cara de la morocha, en tanto hundía su propia cara en el sexo de Anabel, dispensándole caricias invitadoras con la lengua al clítoris que parecía no querer responder tan pronto.

Anabel miró el sexo que tan buenamente se le ofrecía, ahora totalmente depilado...oliendo a fruta madura, a mujer en celo...y su lengua lo probó con un largo lengüetazo, antes de concentrarse en el clítoris, al que daba rápidos toques con la punta de la lengua, mientras sentía que la lengua de Gisela parecía querer a lo mas profundo de su vagina, para luego torturar al clítoris que ahora sí estaba listo para otra batalla...Anabel agarró con fuerza las nalgas de Gisela, y hundió su boca en el sexo suave, comiéndose literalmente el clítoris, atrapándolo con su boca, intentando estirarlo mientras su nariz se metía por la raja de Gisela. Gisela, intuyendo que su propio orgasmo venía a paso de tren bala, apuró su trabajo de lengua contra el sexo de Anabel, concentrada ahora en lamer rápidamente de arriba abajo....pese a eso no pudo evitar que su orgasmo viniera primero, pero no por eso abandonó su trabajo...usando su lengua como pequeño mástil la metía y la sacaba dentro del sexo de Anabel, logrando que poco después la otra la alcanzara en el placer.

Se sentía algo cansada cuando abandonó su posición sobre Anabel para poder recostarse junto a ella, y refugiarse en sus brazos. Se quedaron calladas por un rato, simplemente descansando.

- ¿Qué hora es? Preguntó Gisela. Anabel levantó un poco la cabeza para ver la hora en el radio reloj sobre la cómoda.

- Las cinco y media.

- Hmmm...que interesante dijo Gisela, mientras comenzaba a mamar los senos de Anabel con apuro...llevaba tanto tiempo deseándolo, y los había pasado por alto.

- ¿Siempre eres tan apasionada? Preguntó Anabel divertida.

- Suelo serlo mas...ahora vengo cansada por el viaje...pero tendrás mucho tiempo para averiguarlo respondió Gisela, que ya bajaba con su boca por el vientre de Anabel rumbo al objeto de sus deseos.....

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