Los viernes eran días agitados para Sonia, así que salió muy temprano de casa...tanto que Verónica aún no despertaba, así que le dejó una nota en la pantalla de la computadora.
"Regreso como a las siete de la tarde...traigo la cena. Llama a la rotisería, es el 713 20 19 para pedir algo para el mediodía, les dices que lo pongan en mi cuenta. Tardaran como media hora en traerlo, así que haz tus cálculos para no morir de hambre en la espera. Cualquier emergencia me llamas al celular."
Verónica despertó hacia media mañana…. probablemente los medicamentos provocaban esa inusual cantidad de horas de sueño. Vio la nota y sonrió, era del estilo de Sonia. Se puso un equipo deportivo y fue hasta la sala, encendió el televisor y buscó algo con que entretenerse...pero a esa hora solo había programas de cocina, o novelas. Abrió las puertas del mueble bajo junto al televisor en busca de algún video para ver. Se llevó una nueva sorpresa...prolijamente alienados en los estantes del mueble había varias copas de películas con temática lésbica...desde la divertida "La amante de mi mujer" hasta la excelente "Cuando cae la noche". Puso el video de "Cuando cae la noche" porque había oído hablar mucho de esa película, pero nunca había tenido la oportunidad de verla...se metió tanto en la historia que cuando el teléfono sonó, se sobresaltó...por unos minutos dudó en responder, pero luego pensó que quizás era Sonia quién llamaba, así que levantó el tubo.
- Hola.
- ¿Quién habla? - preguntó una voz femenina, en un tono no precisamente amable. Verónica mantuvo la calma, y respondió.
- ¿Con quién desea hablar?.
- ¿Es la casa de Sonia Laurenti?.
- Sí, pero ella no se encuentra. ¿Quiere dejarle algo dicho?.
- ¿A qué hora regresa?.
- Como a las siete de la tarde... Dígame quién es así se lo digo cuando regrese.
- Soy Adela Introini...la llamaré mas tarde, gracias.... ¿quién sos vos?
- Yo...soy prima de Sonia, estoy pasando unos días aquí.
- Ajá....claro....bueno, si la ves le dices que llamo mas tarde.
Realmente la tal Adela no se destacaba por su simpatía, pensó Verónica mientras regresaba a terminar de ver la película. Agradeció sus conocimientos de inglés, porque la película no tenía subtítulos… seguramente Sonia compraba por Internet, porque hasta donde Verónica sabía no era nada fácil encontrar este tipo de videos en la ciudad. Cuando terminó esa película pidió algo para comer en la roticería y se dispuso a elegir lo que vería en la tarde.
- ¿Cómo es que me preguntas por un bar lésbico, justamente tú? fue lo que Adriana respondió cuando Sonia le llamó para averiguar por bares, en lugar de responder.
- Es que Adela está en la ciudad y quiere saber cual es el lugar de moda....y como yo no voy no pude decirle
- ¿Adela en la ciudad?. ¿Y ya la has visto?...huyy, muy mal...
- No te preocupes, no hay peligro.
- Lo mismo dijiste cuando la conociste....
- Entonces era joven y tonta.
- Ahora eres treintona y un poco menos tonta....pero Adela también está mas grande, y por ende...mas astuta. El zorro sabe mas por viejo que por zorro.
- Ya Adriana...¿piensas que soy idiota?.
- No lo sé...¿cómo se le llama a una mujer que después de tres años de romper con su pareja, que además la trataba muy mal....no ha ni siquiera intentado conocer a otra mujer para intentar una nueva relación?.
- Se llama abogada muy ocupada con su profesión....y ya dame la dirección de algún bar.
- Esta bien, esta bien....el "Paraíso" esta en la zona Sur....
Sonia anotó cuidadosamente la dirección y la hora en que el bar abría. Adriana le dio la dirección de otro lugar, pero lo desecho porque estaba en
- Hola
- Hola
- Mujer...¿a estas horas levantada?.
- Es que aún no me acuesto....me reuní con algunas viejas conocidas y nos fuimos de fiesta por ahí.
- Debí recordar que hablaba con una experta en juergas.
- Y yo debí recordar que hablo con una abogada aburrida y no decirte esto. ¿Conseguiste alguna dirección?.
- Sí, tengo la dirección de un lugar.
- Entonces puedo considerar que me invitarás a ese bar.
- Considera sí, que te invito...
- OK...te llamo mas tarde, después de dormir un rato para ver adonde iremos.
Sonia colgó...Adela no cambiaba. Se puso en pie, pensando que quizás Verónica había despertado y no se equivocó, la muchacha estaba sentada en la cama desperezándose.
- Buenos días.
- Hola, buenos días.
- Finalmente pudiste dormir bien.
- Sí.
- ¿Estás con ánimo de paseo?...tenemos que ir al super, y quizás sería mejor almorzar por ahí.
- Pues sí...pero para salir tengo que pedirte un favor...
- Claro....
Verónica se puso colorada de pronto, mientras Sonia la miraba. En realidad le daba vergüenza pedirle el favor, pero no tenía mas remedio.
- ¿Me ayudas a bañarme?....estos días me he lavado, pero para bañarme tengo que estar sentada bajo la ducha para poder mantener fuera el pie enyesado, y no lo hice porque me da miedo caer al ponerme de pie....necesito ayuda para hacerlo.
- Entonces....
- Que tendrás que estar cerca de la puerta del baño, así yo puedo llamarte cuando termine y me ayudas a ponerme de pie....no quiero caerme en el baño y lastimarme.
- Pero mujer...¿por qué tanta vergüenza?.
- Crecí fuera de la ciudad...somos un poco tímidos los de afuera respondió Verónica para zafar de la situación. En realidad le daba vergüenza porque cada día que pasaba sentía mas atracción por Sonia, y la idea de que la viera desnuda la turbaba, temía descubrirse a sí misma. Sonia la miraba, presintiendo que había algo mas que vergüenza y timidez en Verónica, pero no alcanzaba a saber qué mas.
- Bueno, vamos...en campaña....preparemos la ropa...¿esta en estos cajones?.
- Sí....
- A ver....ropa interior...¿camiseta?.
- Sí...
- TA....listo....medias...bueno, una media...el resto de la ropa te la ponemos acá en el cuarto.
- Déjame poner un short para salir de la cama.
- No es necesario, vamos, no seas tan tímida....
Verónica salió de la cama y por primera vez Sonia notó que la pierna sana se veía muy bien formada. La ayudó a ponerse en pie, y con un brazo apoyado en Sonia y otro en la muleta Verónica llegó hasta el baño. Acercaron la banqueta hasta bajo la ducha, que como era de teléfono ofrecía menos problemas, y a Sonia se le ocurrió cubrir el yeso con una bolsa de nylon apretada con una cuerda para que no se mojara. Le alcanzó a Verónica el jabón, y una maquinilla de afeitar que esta le pidió. Luego salió del baño, dejando la puerta apenas entornada para poder oír a Verónica cuando terminara.
Verónica se quitó la ropa con mucho cuidado de no caer de la banqueta y la tiró lejos. Luego adecuo la temperatura del agua y se enjabonó cuidadosamente. Se enjuago, se rasuró las piernas, y se las ingenio para rasurarse el sexo....desde hacía años depilaba esa zona y esos días sin poder cuidarse la tenían mal.
Ensimismada en su tarea no se dio cuenta que Sonia, que al no oír mas ruido de agua pensó que había terminado de bañarse, estaba en la puerta del baño, mirándola por la hendija que quedaba....sorprendida, Sonia veía a Verónica afeitar cuidadosamente sus partes íntimas...sorprendida y sintiéndose un poco excitada. Llevaba un tiempo sin ver el sexo de una mujer con tanta claridad como estaba viendo el de Verónica...sintió vergüenza de sí misma y se alejó de la puerta, sin que Verónica llegara a notar su presencia.
- "Vamos Sonia....esto es lo último ¿qué haces espiando a una mujer mientras se baña?. Realmente he perdido la vergüenza...o la cercanía de Adela hace que se me peguen sus costumbres".
- ¿Estas ahí?.
- Sí...
- ¿Me ayudas a volver al cuarto?.
- Claro.
Sonia entró al baño. Verónica tenía el cabello mojado, estaba limpia, olía a jabón, a crema de enjuage y a colonia...a mujer limpia. Ayudaba por la muleta y apoyándose en Sonia, que la sostenía por la cintura, volvió al cuarto....Sonia se sentía cada vez mas extraña, la situación la ponía excitada y a la vez se sentía culpable, pero también se sentía viva...hacía tiempo que no sentía el llamado del deseo. Le alcanzó el resto de la ropa a Verónica, quién se vistió y al fin la miró, sonriendo.
- Podemos irnos.
- Tienes que desayunar primero...así tomas los medicamentos, y luego nos vamos.
- Claro...lo olvidaba...es que el encierro me tiene mal, estoy loca por salir.
- Termina de vestirte y te trago el desayuno.
En la cocina, mientras servía el café y ponía mermelada en las tostadas Sonia seguía pensando en el cuerpo desnudo de Verónica, en su sexo...en la forma en que cuidadosamente se rasuraba y volvía a sentir ese cosquilleo en el bajo vientre. Sacudió la cabeza, tratando de hacer que esos pensamientos se alejaran. Llevó la bandeja al cuarto, y miró a Verónica mientras desayunaba....el cabello tenía reflejos rojizos a cada movimiento de la cabeza de la muchacha y los ojos gris verdoso, lejos de trasmitir frialdad se veían cálidos al fijarse en ella.
Verónica sentía la mirada de Sonia, atenta a sus movimientos y no podía definir que estaba pasando entre ellas. Porque que estaba sucediendo algo no podía ignorarlo...sentía en el aire la tensión, no una tensión incómoda, sino de esas que preceden a algo importante. Pensó en preguntarle de algún modo si era lesbiana, dado que pasarían mucho tiempo juntas ese día...sería mucho mas fácil manejar la situación si la sospecha que tenía por causa de los libros y los videos se confirmara.
Salieron juntas del apartamento, y Sonia le dijo a Verónica que la esperara unos minutos en la puerta del edificio mientras iba por el auto. Verónica respiró y miró la calle, llevaba tantos días sin salir que todo le parecía nuevo. Sonia no tardó mucho, y esta vez le fue mas fácil ingresar al auto. Se sorprendió cuando vio que se dirigían al shopping en lugar de a un supermercado.
- ¿Vas a comprarte ropa?.
- No. Pero aquí hay supermercado también, y pensé que después de tantos días de encierro, cosa que para alguien como tú que trabaja en la calle debe ser torturante, te gustaría el paseo.
- Claro que sí...gracias...
- Eso sí...apenas te cansas me dices...no te exijas mas de la cuenta.
- No lo haré.
Recorrieron la primer planta del shopping, viendo ropa, riendo, comparando precios, como viejas amigas. Cerca de las 12 y media Sonia notó que Verónica estaba caminando mas lento, así que convino en que era hora de descansar.
- Vamos a almorzar, muerto de hambre...creo que estas caminatas por el shopping abren el apetito.
- Si, estoy algo cansada, creo que vendría bien.
Fueron a un Mc Donald's, Verónica se quedó sentada y Sonia fue por un par de hamburguesas. Se sentía muy bien en compañía de Verónica, compartiendo un paseo tan simple...sentía que las cosas estaban bien, en su lugar, como si fuera lo mas natural del mundo estar juntas almorzando y luego comprar las cosas para la casa.
- "Como si estuvieramos viviendo en pareja...esa es la sensación. Me siento tranquila y relajada con Verónica" - se dijo a sí misma mientras iba con la bandeja hacia la mesa. Muy cerca de ellas había otras dos chicas en una mesa...en determinado momento las mujeres se tomaron de la mano por unos segundos, y Sonia miró a Verónica, quién la miró a su vez....era la oportunidad perfecta para hacer la pregunta que ambas deseaban, y sin embargo ninguna se atrevió.
Después de comer fueron al supermercado, cargaron un carro de cosas...Sonia jamás compraba tanto alimento, era una descuidada con la despensa, pero Verónica la convenció con el argumento que de seguir sintiéndose tan bien ella cocinaría. Llegaron a casa como a las 4 y pico de la tarde, ambas totalmente agotadas. Sonia descargó las bolsas en la cocina y fue a guardar el auto, mientras tanto Verónica, usando su instinto fue guardando las cosas en la despensa. Para cuando Sonia llegó casi todo estaba en su lugar.
- Me hubieras esperado, me hace sentir mal que trabajes.
- Pagas mi comida, me llevas a pasear, estoy viviendo sin pagarte alquiler..yo debería sentirme mal, no tú.
- Bueno, casi te paso por encima con el VW, si hablamos de sentirnos mal por algo...
- Eso está olvidado mujer. Te has portado muy bien conmigo, no me abandonaste.
Estaban muy cerca...Verónica apoyada un poco en las muletas, un poco recargada en la mesada de mármol...Sonia tan cerca que podía sentir el calorcillo que emanaba del cuerpo de Verónica, y el aroma suave de la colonia...se miraban a los ojos, sintiendo el ambiente cargado de tensión, pero esta vez sí sabía que tipo de tensión....tensión sexual, ambas estaban deseando que la otra diera el primer paso y besara...
El timbre del teléfono rompió el encanto. Sonia se alejó de mala gana hasta la extensión que tenía en la cocina, y Verónica maldijo para sus adentros a la persona que llamaba....unos segundos mas y se hubiera arriesgado a besar a Sonia. Por el tono en que Sonia atendió al teléfono intuyó que también estaba molesta por la interrupción.
- Diga.
La voz de Adela sonaba casi enojada en los oídos de Sonia.
- Al fin mujer...pensé que te habías escapado.
- Fui a hacer compras.
- Seguro que al supermercado...bueno, no importa, fui yo quién olvidé tus rutinas semanales. ¿A que hora vienes por mí?.
- ¿Por qué no vienes tú por mí?.
- Porque la dueña del auto eres tú, yo no iba a alquilar uno por solo dos semanas ¿verdad?. Anda, no sea malita, ven por mí...me harta esperara por los taxis.
- De acuerdo, de acuerdo....a las 12 iré a tu hotel....si me dices en cual estás.
- En el Plaza Fuerte...a la 12...¿por qué no vienes antes y nos tomamos algo por ahí?. Vi unos cafés muy simpáticos cerca del hotel y...
- A las 12 Adela, antes no puedo, tengo que poner en orden unos casos.
- Bien, bien....no te enojes, nos vemos a las 12.
Cortó y regresó a la cocina. Verónica estaba tomando un vaso de jugo de naranja, pero la tensión se había desvanecido. La muchacha le dijo:
- Voy a recostarme un rato, la verdad es que estoy cansada.
- Si no te molesta tengo que trabajar un rato con la computadora en tu cuarto.
- No, claro que no me molesta.
Verónica se recostó y a los pocos minutos se durmió profundamente. Sonia preparó los escritos, y los apuntes de los casos que tenía que presentar el lunes, esa tarea le llevó un buen rato en que no pensó en nada mas que en leyes, costos, escritos y llamadas que debía realizar el lunes. Cuando terminó se quitó los lente que usaba para la computadora, estiró los brazos sobre la cabeza y observó a Verónica dormida, tranquila, respirando regularmente...evidentemente se sentía segura en es apartamento, y eso le gustaba a Sonia....brindarle un refugio a Verónica, que al parecer no había tenido muchos en su vida. Era la primera vez que cuidaba tanto de alguien, y ser capaz de hacerlo la hacía sentir fuerte y protectora, tener que ser responsable por Verónica le estaba dando otro sentido a su vida.
Se pudo en pie y fue junto a la cama, se puso en cuclillas para verla mejor...Verónica tenía unas pestañas larguísimas, y la piel muy pálida...los labios eran rosa pálido, y en esos días habían dejado de lucir secos como consecuencia de la fiebre. Con la punta de los dedos acarició la mejilla de la muchacha, sintiendo deseos de besarla. Verónica se movió un poco y Sonia se puso rápidamente de pie, temerosa de que despertara. Miró el reloj...eran casi las 8, mejor era ponerse en campaña para bañarse y arreglarse para salir con Adela.
Se entretuvo un buen rato en el baño, tanto que cuando salió Verónica ya estaba despierta.
- ¿Vas a salir?.
- Sí, tengo un compromiso con una amiga. Llevo el celular por si me necesitaras.
- No creo...aún sigo cansada, así que creo que caeré dormida de nuevo en un rato.
- Bien. Voy a vestirme.
- Claro.
Verónica fué hasta el living y encendió el televisor. Probablemente la amiga de Sonia era la mujer que había llamado antes a la casa. Lamentó cargar con aquel yeso, si pudiera iría tras Sonia.
- "Bueno...quién creo que soy ¿su novia caso?. Mejor me dejo de pensar tonterías..Sonia es una buena mujer que me está haciendo un favor, pero nada mas que eso."
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